Recomendaciones básicas para aliviar el dolor de garganta de un resfriado común

El dolor de garganta es uno de los síntomas más frecuentes asociados al resfriado o catarro común, trastorno que suele comenzar a manifestarse con la bajada de las temperaturas y la llegada del otoño. En general, este dolor es muy molesto pues se produce a consecuencia de una inflamación en la zona ocasionada por el virus que se encuentra en nuestro organismo y que ha desencadenado esta patología propia de los meses más fríos.

Una vez que comenzamos con este dolor es importante recurrir a diversas medidas para paliarlo. Como opción tenemos los medicamentos homeopáticos que resultan eficaces para el abordaje de esta enfermedad común, así como para otras afecciones derivadas de los catarros como dolor de cabeza, malestar general, dolores musculares, afonías o ronqueras, etc. La homeopatía es además compatible con otros fármacos y se emplea como método preventivo, de modo que si somos propensos a padecer estas afecciones en las fechas invernales es posible recurrir a los medicamentos homeopáticos antes de sufrir los primeros síntomas, previa supervisión de un médico. 

Al mismo tiempo se puede acudir a otra serie de recursos como evitar los cambios bruscos de temperatura, es decir, controlar los contrastes entre los espacios cerrados y los espacios abiertos, moderando los grados de la calefacción. Cuidar la dieta, procurando que siempre sea equilibrada y rica en frutas y verduras. El tabaco debería limitarse en estas situaciones, dejando de fumar a ser posible al menos en el periodo de tiempo en el que permanezcamos enfermos. Y, por supuesto, es crucial mantener protegida la zona con bufandas, pañuelos o ropa de abrigo específica. 

Con estas recomendaciones el dolor de garganta irá desapareciendo gradualmente y en pocos días se manifestará una mejoría general. Hay que tener en cuenta que si además se inflama la laringe, ubicada también en la garganta, es posible que nuestras cuerdas vocales se vean afectadas apareciendo algo de afonía o ronquera, y en estos casos conviene no gritar, tomar líquidos templados que calmen la zona y también podemos valorar la opción de recurrir a los medicamentos homeopáticos.